Quienes somos

Quienes somos

Fundación CIEPE fue creada por medio del Decreto Presidencial número 1.605 de fecha 25 de mayo de 1976, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela número 30.990, de fecha 27 de mayo de 1.976 y tiene su sede en el Municipio Autónomo La Independencia, Estado Yaracuy, en la Av. Principal de la Zona Industrial “Agustín Rivero”.

La Fundación ha sido objeto de diferentes modificaciones estatutarias, siendo la última de ellas acordada en Reunión Extraordinaria celebrada el día 31 de enero de 2006, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 38.470 de fecha 30 de junio de 2006.

De acuerdo a los estatutos vigentes que rigen el funcionamiento de la Fundación CIEPE, ésta tiene como objeto propiciar el desarrollo del sector productivo nacional en el campo de la industrialización de materias primas de origen agrícola mediante la investigación, la asistencia técnica y la capacitación de personal.

Misión
Desarrollar tecnologías y servicios de calidad que permitan innovar o solucionar problemas tecnológicos y de procesos en el sector agroindustrial, a fin de contribuir al fortalecimiento de la soberanía tecnológica, seguridad alimentaria de la nación a través de la mejora continua de procesos y la implementación de estándares de calidad nacional e internacional regulado por el marco jurídico vigente.

Visión
Ser una organización de referencia internacional que desarrolle soluciones tecnológicas para el sector agroindustrial, contribuyendo con el fortalecimiento de la soberanía y seguridad alimentaria, a través de la investigación, la prestación de servicios, formación y capacitación; bajo las premisas de cumplimiento del marco legal regulatorio, los estándares de calidad nacional e internacional, la justicia social, la armonía ambiental y equilibrio comercial.

Valores
Nuestra gente: constituye el valor fundamental, poseedor de los conocimientos, destrezas, habilidades y actitudes que motorizan los procesos de innovación tecnológica y desarrollo organizacional, a quienes
debemos proporcionarle condiciones favorables para su realización intelectual, social y humana.
– Ética: asumimos las normas por las cuales debemos regirnos, adquiriendo nuestro compromiso con las obligaciones institucionales, basados en nuestros valores.
– Humildad: la expresamos en el amor hacia los demás, reflejada en el buen trato hacia las personas con las que nos relacionamos, trabajadores, usuarios, proveedores o público en general, que buscan algún tipo de ayuda o información de la fundación, practicando el poder del argumento y no el argumento del poder.
– Pensamiento crítico: persistimos en la búsqueda de información y resultados para enfrentar las circunstancias que se presenten en el sector agroproductivo, basándonos en el razonamiento lógico y flexible.
Sentido de pertenencia: asumimos un sentimiento de apropiación con la filosofía de la gestión institucional, de la importancia de nuestras actividades y de cómo contribuimos al logro de los objetivos propuesto en la Fundación.
Transparencia: cumplimos con los principios legales, técnicos y administrativos, contemplados en todos los órganos de control del Estado, para lograr el buen funcionamiento de la institución, haciendo un manejo transparente de sus recursos financieros.
– Cooperación: tenemos la capacidad de unir esfuerzos y trabajar en equipo, mostrando interacción mutua para la ejecución de proyectos y el logro de los objetivos institucionales.
– Coopetitividad: tenemos la capacidad de ocupar y mantener un lugar preponderante a través del uso eficiente de los recursos y el aprovechamiento de las oportunidades, por encima de la competencia
comercial.
– Compromiso: los miembros de la fundación fomentamos la participación de todos, para hacer propios los objetivos institucionales y cumplirlos con profesionalismo, donde cada trabajador aporta lo mejor de
si.
– Respeto: cumplimos las normas de convivencia, comportándonos con cordura y tolerancia acorde a las buenas costumbres; creemos en las opiniones y puntos de vista.
– Disciplina: practicamos la disciplina como un elemento fundamental en nuestra organización que nos lleva al compromiso de cumplir con los deberes y obligaciones que nos exige el trabajo y la misión de la
Fundación, actuando ordenadamente para lograr los objetivos, cumpliendo con los valores éticos y haciendo lo que se debe en forma entusiasta.
– Sentido público: como servidores públicos actuamos con responsabilidad y equidad para atender las demandas de los usuarios.
– Responsabilidad: Cumplir los compromisos adquiridos sin desviarnos del objetivo fundamental, rendir cuentas y justificar nuestros actos.
– Honestidad: valoramos y cultivamos la honestidad como una condición para la búsqueda de la verdad mediante la práctica permanente del respeto a los valores institucionales, personales y sociales; siendo una referencia para presentar información veraz y utilizar los recursos con eficiencia, eficacia y transparencia, que conlleva a la Fundación a exhibir una conducta moral.
– Solidaridad: es la actitud que prevalece entre los miembros de la fundación para apoyar las políticas institucionales y ser consecuentes con las necesidades de sus integrantes y de la sociedad, propiciando acciones compartidas para el bien común, que permitan la integración con el entorno.